viernes, 3 de julio de 2009

.Eat.my.Fear.



Comer.. alimentarse, nutrirse, engullir, digerir, tragar, absorber, transformar... son diferentes aspectos que implican el llevar sustancias externas a ser parte de nuestro ser.

El comer o alimentarse, es un proceso vital de suma importancia que, al igual que la respiración, normalmente es relegado a un mero tramite de superviviencia que se realiza prácticamente por osmosis: "Compro-caliento-trago-avecesreposo". O en muchos casos a una necesidad producida desde un apego emocional en vez de una necesidad realmente biológica: "Estoy triste, necesito comer algo dulce".

Es cierto que el ritmo y el estilo de vida que se llevan hoy en día no permiten escapar fácilmente a esta rueda de automatización general, pero si nos diéramos unos minutos para revisar la cantidad de beneficios que nos puede brindar una alimentación consiente, sentiremos como se despierta una necesidad primaria de apreciar y recibir lo que la naturaleza nos ofrece muy generosamente, y aprovechar los beneficios de este enorme regalo para mejorar nuestra calidad de vida en todos sus aspectos.

El alimentarse es un verdadero proceso alquímico, en donde transformamos determinadas sustancias en la materia prima dispuesta para construir y formar nuestro cuerpo en su totalidad, determinando de esta forma la calidad y las características de nuestra fisiología, psicología, emocionalidad, etc. a partir de la elección y el proceso que implica la ingesta de alimentos.

Este proceso alquímico comienza muchisimo antes de la ingesta. El alimento que consumimos tiene una historia. Es cosechado de determinada manera, muchas veces procesado, manipulado, transportado, vendido, regateado, regalado, guardado, refrigerado o recalentado, cocinado de diversas formas y con diversas intencionalidades o influencias, ingerido en diversos estados de animo y digerido de óptima, regular o pésima manera.

Puede sonar abrumante, incluso exagerado, pero todas estos factores influyen potentemente en la estructura molecular de lo que ingerimos, y por consiguiente, en la formación de nuestras células y en la calidad de nuestra nutrición.

Aunque nuestro sistema de vida no lo favorezca, todos podemos tomar decisiones al momento de alimentarnos, teniendo en cuenta la historia de lo que va a ser nuestro alimento desde el momento de su cosecha. La selección cuidadosa, una preparación amorosa y con respeto y una ingesta agradecida y consiente pueden cambiar absolutamente el efecto que dicho alimento provocara en nosotros.
De aquello que comemos se crean nuestras células, y de aquí en adelante se proyectan todos los ámbitos de nuestra vida. Es por esta razón que quien tenga la intención de vivir y convivir mejor, tiene abierto el camino para nutrirse de manera consiente, para crear una estructura corporal, mental y social integra, agradecida, despierta, de cooperación y respeto con todo lo que nos rodea.
Es muy importante tener en cuenta que tenemos costumbres adictivas sumamente dañinas que son muy difíciles de eliminar (como el apego a lo dulce, los productos refinados, la carne, los lácteos, etc..), que tienen que ver con nuestra cultura adquirida a traves de siglos, con nuestra afectividad y con la asociación que hacemos entre los alimentos y lo emocional, pero también es importante ser consiente de la necesidad de un cambio radical en nuestro estilo de vida autómata, alienado y autodestructivo. Solo basta con la dispocición a la conciencia y la voluntad para realizar los cambios y abrirse a lo nuevo, y paso a paso, paulatinamente y de forma incluso natural se pueden producir grandes cambios que pueden llegar a repercutir en todos los aspectos de nuestra vida.
Para esto, es importante reconocer que lo que hoy nos alimenta son productos viciados por la mano del hombre en su gran mayoría, que nos llenan de enfermedades, adicciones y hábitos destructivos; que los intereses económicos de algunos priman ante la necesidad del acceso libre a una alimentación consistente en sustancias puras y saludables que sean realmente nutritivas, y que nos valemos de un sistema de salud incompleto y alienante que divide al individuo (miren que paradoja) en estructuras aisladas, en vez de considerarlo como una unidad en convivencia tanto interna (en la individualidad misma) como externa (con su ecosistema y con todo lo que lo rodea). Junto con esto, también es de suma importancia reivindicar nuestra sabiduría interna, despertar nuestro instinto que es parte de nuestra condición humana intrínseca, y recibir de manera provechosa, respetuosa y agradecida todo aquello que la naturaleza nos ofrece como alimento.
Esta es una invitación a reflexionar con respecto a como nutrimos nuestro ser, y a construir un sistema de alimentación sostenido en la intencionalidad, la conciencia y el profundo agradecimiento por recibir lo que la naturaleza nos da. Todo esto para mejorar nuestra calidad de vida y cortar con las viejas costumbres, para comenzar de una vez por todas el camino hacia la co-creacion de una sociedad integra, constructiva y consiente.
Como un pequeño incentivo, algo de información. Hay que partir por abrir los ojos:
(Paciencia.. los subtitulos comienzan en el minuto 5).
Luz :)


1 comentario:

  1. Gracias por el Regalo....
    por el tiempo enseñdo.. e aprendido mucho...
    muy bueno y cierto lo que dices.. La alimentación debe ser prioridad en nuestras vidas. De manera sencilla, La respiración y la Alimentación son las coas que nos hacen despertar en las mañanas y nosotros les damos tan poca importancia...

    Luzzz..
    de esa ke tienes infinita.. =)*

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